Hoy hace una noche preciosa, fresquita, con ambiente limpio, huele a otoño, y los pronósticos del meteo son de final de verano súbito. Huele a humanidad infinita. Despedida de otro verano, no un verano cualquiera, y saludando a este otoño, a este otoño que también...
Huele a
sutil frialdad con pestes de revolución. Al poder no deberían preocuparle las
manifestaciones, sino los motivos por los que se convocan. Quisiera tener
potestad para poder desterrar la ignorancia y alcanzar el suficiente conocimiento
que estuviere capacitado para perjudicar seriamente a la violenta penuria que
nos exigen. No necesitamos más personas de éxito. Necesitamos desesperadamente
más pacificadores, sanadores, restauradores, narradores y amantes de todo tipo.
Se necesita gente para vivir bien en sus lugares. Se necesita gente con coraje
moral que deseen sumarse a la lucha para que el mundo sea habitable y humano.
Estas convicciones son insostenibles en este mercadeo indecente, servil de
valores; no de valores humanos, esos no. De valores negociables entre golfos de
alto standing.
¿Dónde encontrar personas honestas?? Quedan pocos lugares
donde poder indagar, vaya verano que dejamos atrás. Que decir de la Casa Real y
sus derivados, que decir de la Clase Bancaria y sus consecuencias, que decir de
la Clase Política y sus resultados…. No hablemos de La Justicia, La Iglesia, Los
Medios…. Ufff que terminamos un verano de infarto, y comenzamos un otoño de
revolución si alguien no lo remedia, y no, no lo veo.
Salud y buen otoño